Llevaba congelada 2.000 años, pero ahora la han encontrado y sus tatuajes podrían tener la clave para descifrar una cultura olvidada

Llevaba congelada 2.000 años, pero ahora la han encontrado y sus tatuajes podrían tener la clave para descifrar una cultura olvidada

Una momia siberiana, cuyo cuerpo data de hace dos mil años, ha ofrecido una ventana de conocimiento sobre las técnicas y el significado de los tatuajes ancestrales. Los análisis detallados de sus restos, encontrados en las montañas de Altái, han revelado un conjunto de intrincados diseños en sus manos y antebrazos, arrojando luz sobre las prácticas de la cultura Pazyryk. Siberia es un lugar desconocido, desde las bases secretas de Rusia con bombarderos hasta las misteriosas formas de su geografía

Este descubrimiento no solo expone la complejidad de estas marcas corporales, sino que también ofrece indicios sobre cómo fueron aplicadas. Se trata de algunos de los grabados más elaborados atribuidos a la cultura Pazyryk, un pueblo de pastores de la Edad del Hierro que habitó la región.

Hasta la fecha, el estudio de los tatuajes antiguos ha sido un desafío debido a la escasez de herramientas conservadas y al endurecimiento y oscurecimiento que la momificación provoca en la piel. Sin embargo, nuevas técnicas de imagen están permitiendo a los investigadores desentrañar estos secretos, revelando detalles antes ocultos en las longitudes de onda ópticas.

Desvelando la técnica ancestral

Para examinar con precisión los tatuajes de la mujer Pazyryk, que tenía alrededor de 50 años al morir, el equipo liderado por Gino Caspari del Instituto Max Planck de Geoantropología y la Universidad de Berna, empleó fotografía infrarroja de vanguardia para crear imágenes tridimensionales de los diseños en sus brazos y manos según Sciencealert. Posteriormente, reconstruyeron los motivos y se centraron en identificar la técnica de aplicación.

En esta investigación colaboró el arqueólogo Aaron Deter-Wolf y el tatuador Danny Riday, de Ancestral Arts. Riday, conocido por tatuarse a sí mismo con técnicas históricas para crear un diccionario vivo de marcas, aportó una perspectiva práctica esencial para la comparación con los restos momificados. Este enfoque interdisciplinar permitió una evaluación profunda de los hallazgos.

Los resultados de este estudio determinaron que se utilizaron distintos tipos de herramientas y que existían diferentes niveles de destreza entre los tatuajes de las manos y los de los brazos. Los grabados en las manos eran relativamente más simples, mientras que los de los antebrazos mostraban una ejecución de mayor complejidad.

Las imágenes se aplicaron mediante la técnica de punción manual («hand-poked»). Las piezas de mayor tamaño se crearon inicialmente con una herramienta de múltiples puntos, para luego ser finalizadas con una herramienta más fina, probablemente de un solo punto, que permitía trazar líneas más precisas. Un instrumento similar se empleó para los motivos más pequeños en las manos.

La destreza requerida para los tatuajes del antebrazo fue notablemente superior a la de los de las manos. Deter-Wolf comentó que la experiencia de Riday fue crucial para evaluar las diferencias entre los tatuajes del antebrazo y describir las herramientas probables. Esto sugiere la intervención de varios artistas o la evolución de las técnicas de un mismo artesano con el tiempo.

El arte en la piel: diseños y significado cultural

Los diseños hallados en la mujer Pazyryk son variados y complejos. En su mano derecha, se aprecia un patrón floral; en la izquierda, una cruz, un motivo que podría ser floral o semejante a un pez, y la figura de un ave que recuerda a un gallo en el pulgar.

Los antebrazos presentaban motivos de mayor envergadura. En el izquierdo, se distingue un animal similar a un alce o un ciervo siendo atacado por una criatura con aspecto de grifo. El antebrazo derecho, por su parte, albergaba el tatuaje más elaborado de todos: dos ungulados con cornamenta en una lucha a vida o muerte con dos tigres y un leopardo.

Estas investigaciones sugieren que el tatuaje no era un pasatiempo menor para el pueblo Pazyryk, sino una parte fundamental de su cultura que requería artistas cualificados. La ausencia de superposiciones en los tatuajes de esta momia y de otras seis halladas en la misma región, es decir, en las montañas de Altai junto con su precisa ubicación anatómica, indica una planificación y una intencionalidad notables en cada diseño.

El doctor Caspari concluye que el estudio ofrece una nueva forma de entender la capacidad individual en las prácticas de modificación corporal prehistóricas. El tatuaje emerge como un oficio especializado que demandaba habilidad técnica, sensibilidad estética y, posiblemente, formación formal o aprendizaje. Esto permite una comprensión más profunda de quienes estaban detrás de estas obras de arte ancestrales.

Fuente

Artículos Relacionados

Ultimas Noticias

Recien Añadido