La nave de la NASA que podría entrar en contacto con la primera civilización alienígena ya está siendo reparada

La nave de la NASA que podría entrar en contacto con la primera civilización alienígena ya está siendo reparada

El objeto interestelar 3I/ATLAS fue detectado el pasado 1 de julio de 2025. Se calcula que este visitante cósmico se aproximará a Júpiter el 16 de marzo de 2026, a una distancia de 53,6 millones de kilómetros. Estos encuentros son de considerable interés científico.

En este contexto, un nuevo estudio plantea una oportunidad única para la sonda espacial Juno. Lanzada desde Cabo Cañaveral el 5 de agosto de 2011, Juno entró en órbita polar en julio de 2016. Su misión es recopilar datos sobre la composición, campos gravitatorio y magnético, y la magnetosfera polar, con varios instrumentos avanzados. Hablamos de una misión histórica que ha cambiado la forma en la que entendemos el Sistema solar

Aunque Juno estaba inicialmente programada para desorbitar, se autorizó su continuidad. Esta extensión abre la puerta a un nuevo objetivo: aprovechar la cercanía de 3I/ATLAS a Júpiter para un sobrevuelo y examinarlo en detalle. La precisión de Juno es total, incluso en ocasiones ha captado cosas tan cercanas a la superficie que se han interpretado como si hubiera encontrado un animal, aunque luego no fuera así.

Un nuevo destino para la sonda Juno

La propuesta de los investigadores es redirigir a Juno para interceptar la trayectoria de 3I/ATLAS. Este plan, según apuntan desde Elconfidencial, requeriría aplicar un empuje adicional el 9 de septiembre de 2025. Este impulso, de 2,6755 kilómetros por segundo, permitiría a la nave abandonar su órbita para el encuentro.

Para determinar esta compleja maniobra, se utilizó el software OITS de Adam Hibberd. Esta herramienta resuelve el problema de Lambert para la solución de menor empuje. La intercepción es un sobrevuelo, ya que una cita orbital es inviable por la elevadísima velocidad hiperbólica de 3I/ATLAS a Júpiter, de 65,9 kilómetros por segundo.

La capacidad de combustible de Juno es un factor determinante. La sonda disponía inicialmente de un delta-V total de 2,74 kilómetros por segundo. Ha realizado dos maniobras en el espacio profundo y una inserción orbital, lo que ha supuesto un notable consumo de propulsión. No obstante, el empuje requerido (2,6755 kilómetros por segundo) es similar al que tenía al inicio de la misión.

Impacto científico y futuro de la exploración espacial

Si la maniobra es factible, Juno podría usar sus instrumentos para estudiar la naturaleza de 3I/ATLAS desde muy cerca. Esto permitiría sondear el objeto y cualquier nube de gas o polvo, obteniendo datos de mayor resolución que los telescopios terrestres.

La maniobra Oberth de Júpiter para esta intercepción culminaría con el encuentro previsto el 14 de marzo de 2026. El delta-V total, de 2,6755 kilómetros por segundo, se dividiría en dos fases (2,1574 km/s y 0,5181 km/s). Esta nueva meta rejuvenecerá la misión de Juno, extendiendo su vida útil más allá de septiembre de 2025.

Podrían ser necesarias pequeñas correcciones a la trayectoria de Juno si la actividad cometaria de 3I/ATLAS se intensifica. Reorientar misiones existentes cobra cada vez mayor relevancia. Además, el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile, identifique nuevos objetos interestelares cada pocos meses, abriendo la puerta a enfoques similares con otras naves espaciales.

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