Empleados del Departamento de Energía de Estados Unidos han descubierto recientemente un inusual nido de avispas con elevados niveles de radiactividad en el emplazamiento del río Savannah, en Carolina del Sur. Esta instalación histórica, clave durante la Guerra Fría, fue antaño un centro neurálgico para la producción de material nuclear y actualmente alberga una considerable cantidad de residuos atómicos.
El nido fue localizado en las proximidades de varios tanques que contienen residuos nucleares líquidos, lo que inmediatamente activó los protocolos de seguridad. La detección de estos niveles de radiación elevados ha puesto de manifiesto la necesidad de mantener una vigilancia constante en este tipo de recintos. Cabe tener en cuenta que EE. UU. es el lugar con más radiación del mundo.
Según los informes oficiales, tras el hallazgo, el nido fue pulverizado y no se requirió ninguna acción adicional. Curiosamente, en el momento del descubrimiento, no se encontraron avispas en su interior, lo que facilitó la gestión del incidente sin mayores complicaciones. Todo esto en un marco en el que Estados Unidos está reduplicando sus intereses nucleares.
Un hallazgo que eleva la alarma por la seguridad nuclear
El informe de incidencias del Departamento de Energía ha catalogado los niveles de contaminación del nido como más de diez veces superior a lo que las regulaciones federales consideran seguro. Esta medición resalta la potencia de la fuente de radiación y la importancia de la rápida intervención del personal de la planta, tal y como desde Futurism señalan.
A pesar de los niveles de radiación detectados en el nido, las autoridades han asegurado que, de haber estado presentes las avispas, sus propios niveles de radiactividad habrían sido sustancialmente menores. Se considera, por tanto, poco probable que el incidente haya podido derivar en algún tipo de insecto mutado o de mayor peligrosidad.
Sin embargo, organizaciones como Savannah River Site Watch, una organización de vigilancia que monitoriza asuntos nucleares y energéticos desde una perspectiva de interés público, han expresado su preocupación. Su director ejecutivo, Tom Clements, ha advertido sobre la posibilidad de que puedan encontrarse más nidos radiactivos en el futuro.
Clements ha manifestado su interés en conocer el tipo exacto de nido de avispa hallado, pues esta información podría ser de utilidad para trazar el origen de la contaminación. Ha criticado la falta de explicaciones sobre la procedencia del residuo radiactivo o si podría haber algún tipo de fuga en los tanques que almacenan los desechos.
El emplazamiento del río Savannah se remonta a principios de la década de 1950, cuando se estableció para fabricar plutonio para los núcleos de las bombas nucleares. Aunque hoy en día, operado por el Departamento de Energía, se dedica a la producción de combustible para centrales nucleares, aún alberga millones de litros de residuos nucleares líquidos, un legado considerable de la carrera armamentística nuclear.