El padre en la crianza

El padre en la crianza

Cuando hablamos del desarrollo psicoemocional de una persona, es común centrarse en la figura materna; sin embargo, en los últimos años, la psicología ha hecho énfasis en el papel crucial y a veces subestimado del padre en la crianza. El padre es percibido como un proveedor o figura autoritaria que castiga e impone disciplina, si bien estos roles pueden ser importantes, la influencia paterna debe ir más allá. Ser padre presente y comprometido ofrece sentimientos de seguridad y estabilidad que complementa el apego primario con la madre. Estar involucrado facilita la autonomía y desarrollo de resiliencia en sus hijos e hijas.

La presencia paterna influye en la regulación emocional. Ayuda a manejar la frustración, la ira, la decepción a través del juego y fomenta la competencia sana, la resolución de conflictos, el respeto a las reglas y puntos de vista de los demás.

Para los varones, la figura paterna puede ser un modelo de masculinidad, en las niñas ayuda a la formación de una visión positiva de las relaciones con el sexo opuesto y construcción de su identidad.

Es importante resaltar que la ausencia de un padre no sentencia a nadie al fracaso, solo representa desafíos adicionales como encontrar otras fuentes de apoyo. En estos casos, la presencia de adultos significativos (abuelos, tíos, maestros, padrinos) puede mitigar efectos negativos y proporcionar la orientación necesaria.

En definitiva, la figura paterna no es un complemento sino un pilar fundamental en la construcción de una psique equilibrada y desarrollo emocional robusto.

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