El trastorno bipolar es una condición mental caracterizada por cambios extremos del estado de ánimo, el pensamiento, la energía y del comportamiento, que va más allá de los altibajos de la vida cotidiana. Las personas con esta condición suelen ser intensas e impredecibles, ocasionando un impacto significativo en su entorno social, familiar y laboral.
Las manifestaciones de este trastorno, especialmente en la maníaca, generan tensiones en las relaciones interpersonales por sus arrebatos emocionales e incapacidad para respetar límites, dañando la confianza y estabilidad en la pareja, familia y amistades. Su impulsividad, irritabilidad y falta de límites, pueden llevar a acciones de riesgo como gastos excesivos o conductas sexuales inapropiadas.
Las promesas incumplidas, unidas a arrebatos emocionales y percepción de inconstancia, erosionan los lazos afectivos, produciendo aislamiento e incomprensión. En el ámbito laboral se observan situaciones tales como que, en su fase maníaca, suelen ser muy productivos, pero en la depresiva se les dificulta concentrarse, disminuyendo la posibilidad de cumplir con compromisos laborales y de conservar el empleo. Asimismo, los cambios bruscos del estado de ánimo de las personas con trastorno bipolar ocasionan alteraciones en la dinámica familiar al generar confusión, ansiedad y agotamiento en el entorno.
El diagnóstico temprano con tratamiento adecuado y contar con apoyo contribuye a que las personas con esta condición y sus familias lleven una vida plena.